Señales de que el aumento de peso puede estar relacionado con cambios hormonales

Señales de que el aumento de peso puede estar relacionado con cambios hormonales

En una reunión de amigas que rondan los 40 años o más, es común oír comentarios tipo: “estoy subiendo de peso y no sé por qué, ¿a ustedes también les pasa?”

Con tal pregunta, puede que se arme un rebulicio de algunas quejándose porque también están engordando y otras que extrañan sus cuerpos de antes. 

Todo lo que sienten ellas, y quizás tú también, es normal. Con los años se tiende a ganar grasa en lugares que no solía ser un problema. 

¿Serán tus hábitos o estás haciendo algo mal? Mejor lee hasta el final para detectar si tu aumento de peso está relacionado con los cambios hormonales.

Al final del post te dejamos un regalo.

  • Barriga prominente 

Uno de los rasgos más característicos del aumento de peso hormonal son los michelines que rodean la zona media. 

La causa habitual es la caída de los niveles de estrógeno. Resulta que cuando esta hormona femenina va cuesta abajo, la grasa del cuerpo se distribuye diferente.

Antes de la perimenopausia, los estrógenos depositan la grasa en muslos, caderas y nalgas, mientras que en el climaterio se almacena alrededor de la cintura. 

Adicionalmente, la grasa visceral en mujeres (dentro del abdomen y los órganos) aumenta a medida que entras en la menopausia, una condición peligrosa porque aumenta el riesgo de sufrir diabetes tipo 2, hipertensión arterial y síndrome metabólico.

  • Nada te sacia

La leptina es como esa amiga que todas quieren tener porque te dice cuando es momento de poner límites. 

Se trata de una hormona que actúa en centros específicos de tu cerebro para reducir tu necesidad de comer. También se cree que puede controlar la forma en que el cuerpo maneja la reserva de grasa corporal.

Sucede que los estrógenos intervienen en la regulación de la leptina porque estimula su secreción. Pero al disminuir los estrógenos, la leptina no se segrega normalmente, por lo que tiendes a no sentirte llena durante y después de una comida. 

  • Antojos y hambre extrema

A medida que se acerca la menopausia, el cuerpo se vuelve menos sensible a la insulina que puede provocarte un hambre de fiera.  

Y sí, nuevamente los estrógenos tienen responsabilidad, ya que en los años fértiles ayuda a optimizar la actividad de la insulina. 

Pero cuando los estrógenos no son suficientes, obtienes un nivel más alto de azúcar en la sangre lo que conduce a una barriga más grande y más antojos. 

Toma en cuenta que esto puede ponerse peor si llevas una dieta alta en carbohidratos refinados, azúcares, alimentos procesados ​​y/o alcohol. 

Consumir comida con nutrientes te hará menos sensible a la insulina y podrás evitar en aumento de peso.

  • Mal dormir

El cuerpo de las mujeres en perimenopausia o menopausia segrega menos melatonina (hormona del sueño) especialmente durante la noche.

Si estás atravesando esta etapa natural de la vida, es posible que comiences a padecer de insomnio, duermas interrumpido o por pocas horas. No a todas les pasa, pero mantente atenta. 

Una de las consecuencias de este desbarajuste de tus patrones de sueño es que las hormonas del hambre y la saciedad se alteran, por lo que querrás comer de más al día siguiente. 

  • Más estrés de lo normal

La menopausia suele traer consigo un estrés adicional al que normalmente tienes, porque a los retos propios de la vida diaria, se le suman síntomas que jamás habías imaginado tener.

Cuando te estresas generas cortisol, la hormona del estrés, que regula muchos procesos corporales, entre ellos el metabolismo.

Y tiene mucho que ver con una de las principales preocupaciones de las mujeres con la perimenopausia y la menopausia: el aumento de peso. 

En el portal WebMed se publicó que el cortisol administra la forma en que el cuerpo usa (metaboliza) los carbohidratos, las grasas y las proteínas, y controla los ciclo de sueño y vigilia. 

Y ya sabes que no dormir lo suficiente, aumenta tu riesgo de aumento de peso, azúcar alta en la sangre y muchas ganas de dulces y procesados. 

  • Metabolismo más lento

La hormona del crecimiento, HGH, es la responsable de regular el metabolismo y el crecimiento del cuerpo.  

Cuanto más estrógeno tiene una mujer, más HGH produce. Pero con la menopausia y la perimenopausia el efecto es contrario.

Todo ello causa una pérdida de la masa muscular con lo que el metabolismo se hace más lento y hay más probabilidades de aumentar la grasa corporal. 


Recuerda que la menopausia es solo una faceta de la vida, no estás condenada a pasar el resto de tu vida con aumento de peso ni los demás malestares.

Solo recuerda que transformar tus hábitos puede ayudarte un montón, para que transites esta etapa como una ganadora.

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