Es un desequilibrio entre las bacterias buenas y malas de tu sistema digestivo. Las buenas o probióticos son las que ayudan a mantener los intestinos sanos y contribuyen a la digestión y la absorción de nutrientes. Cuando las malas ganan la batalla, empiezan los problemas.
¿Por qué se debilitan las bacterias buenas de tu intestino? Algunos de los motivos que te tienen en ese estado de frustración constante pueden ser: