Cómo vencer a los 4 jinetes del apocalipsis inmunológico

Cómo vencer a los 4 jinetes del apocalipsis inmunológico

Apocalipsis es una palabra que suele relacionarse con muerte o destrucción. 

Y en los tiempos actuales, no faltan fanáticos religiosos quienes aseguran que ya se inició el final del mundo. 

Apocalipsis en griego significa “revelación”, lo que tiene un tono más amable. Y puede relacionarse con el despertar de millones de personas quienes finalmente están entendiendo que tener hábitos saludables puede salvarles la vida. 

Aquí voy a presentarte a los 4 jinetes del apocalipsis inmunológico. Ellos son responsables de desactivar tu sistema de defensas y dejarte sin armas para combatir virus, bacterias y gérmenes.

Además, te enseñaré qué acciones tomar para enfrentar a cualquier agresor externo que quiera vulnerar tu escudo protector.

El mundo cambió. Antes y después de esta pandemia. Como siempre digo, todo lo malo que nos sucede tiene un lado positivo. 

Me imagino que se debe al principio físico de acción y reacción o al balance de energías del universo que conocemos como el Ying y el Yang. Pero es necesario que aprendamos de lo malo para sacarle ventaja y obtener el máximo provecho.

Gracias a la aparición de internet se nos hace más fácil tener acceso inmediato a toneladas de datos. Y si a eso le sumamos las redes sociales, aumentan exponencialmente las fuentes informativas (que no garantizan su veracidad) y cantidades de supuestos expertos que dominan infinidad de temas.

Sin saberlo, empezamos a sufrir de un nuevo fenómeno llamado INFOXICACIÓN, que se refiere al exceso de información sobre un tema específico lo que nos dificulta su análisis y compresión por exceso de data.

 

 

Invertimos tiempo valioso leyendo o escuchando diferentes opiniones que generalmente se contradicen sobre un mismo tema. Al final, no sabemos por dónde empezar, qué hacer y terminamos en estado de parálisis.

Lo que no entiendo es porqué la mayoría de los seres humanos procrastinamos y necesitamos de un gran estímulo, como por ejemplo un buen susto, para comenzar a actuar. Dejamos las cosas para después, imaginando que nuestros problemas se resolverán por arte de magia.

En este caso me refiero a nuestra salud. Ya es vox populi todas las implicaciones que acarrea llevar un estilo de vida poco saludable y, de todas maneras, muchos no deciden tomar el control, sabiendo que tarde o temprano la muerte vendrá a tocar su puerta.

Ante una amenaza sin precedentes todos estamos asustados, desesperanzados y queremos encontrar soluciones automáticas que potencien nuestro sistema inmunológico para disminuir los efectos del virus en caso de contraerlo e, inclusive, evitar que sea letal. 

Pero como es improbable que la cura caiga del cielo, debes prepararte para protegerte de cualquier amenaza actual y de las que puedan llegar más adelante. 

La mejor manera de prepararte para la guerra es conociendo a los peores enemigos de tu salud, a quienes decidimos llamar los 4 jinetes del apocalipsis inmunológico.   

Jinete #1 La falta de sueño

 

 

 

 

En la era moderna, la tecnología ha facilitado muchas de las tareas diarias, pero también nos mantiene expuestos por períodos más prolongados a nuestros celulares, computadores y televisores. 

La alta exposición a la luz azul producida por estos dispositivos altera la producción de melatonina, lo que provoca que vayamos a dormir a altas horas de la noche y no logremos obtener las 7 u 8 horas recomendadas.

El sueño es esencial para la salud y la supervivencia. Incluso si no comes muy bien, podrías vivir alrededor de 75 años. Pero si no duermes, es probable que tu organismo colapse y mueras en cuestión de semanas.

Cuando se trata de tu salud, el sueño juega un papel fundamental. Si bien dormir más no necesariamente evita que te enfermes, el no hacerlo podría afectar negativamente tu sistema inmunológico, dejándote susceptible a un resfriado fuerte o un caso de gripe.

Si no duermes lo suficiente, el cuerpo produce menos citosinas, un tipo de proteína que ataca las infecciones e inflamación, afectando la respuesta inmune. 

Incluso, la pérdida crónica del sueño hace que la vacuna contra la gripe sea menos efectiva al reducir la capacidad de respuesta de tu cuerpo.

Si quieres saber cómo tener un sueño reparador y de calidad, te invito a que leas la Guía simplificada para dormir como un bebé y perder grasa mientras sueñas.

Jinete #2 Altos niveles de estrés

 

 

 

 

Si bien el estrés por sí solo no puede hacer que contraigas un virus de resfriado o gripe, sí debilita tu capacidad para responder a los invasores, dejándote más vulnerable a la infección. 

También es probable que tu recuperación sea más lenta, ya que el sistema inmunitario está suprimido en favor del estrés.

La respuesta del cuerpo al estrés debe ser autolimitada. Una vez que la amenaza percibida ha pasado, los niveles de adrenalina y cortisol disminuyen, la frecuencia cardíaca y la presión arterial vuelven a los niveles de referencia y otros sistemas reanudan sus actividades regulares.

Sin embargo, cuando los factores estresantes y "sentirse bajo ataque" permanecen constantes, la reacción de lucha o huida permanece activa, exponiendo en exceso al cuerpo al cortisol y otras hormonas del estrés. 

Las células del sistema inmune (y otros sistemas del cuerpo) no pueden responder normalmente y se producen niveles de inflamación que aumentan el riesgo de problemas de salud adicionales.

El estrés también puede tener un efecto indirecto en tus defensas si recurres a estrategias poco saludables para afrontarlo, como fumar o beber demasiada cafeína y alcohol, comer demasiado azúcar y alimentos procesados, no dormir bien y dejar de hacer ejercicios. 

El estado de ánimo y la actitud tienen un tremendo impacto en el sistema inmunológico. Cuando estamos contentos y optimistas, funciona bien. Pero cuando estamos estresados, somos negativos y tenemos un estado de ánimo bajo, nuestra inmunidad también tiende a ser baja.

Jinete #3 El azúcar y los alimentos procesados

 

 

 

Más allá de la satisfacción inmediata, los efectos positivos del azúcar en la salud son muy pocos. 

Comer demasiada azúcar puede afectar el cerebro y el cuerpo, incluido un mayor riesgo de caries, aumento de peso, deterioro cognitivo y contraer enfermedades.

Su impacto negativo es una interacción compleja de procesos hormonales, metabólicos e inmunológicos que pueden amenazar gravemente la salud humana. 

Y sus efectos dañinos pueden ser inmediatos: 

  • Reduce el rendimiento de los glóbulos blancos y aumenta los marcadores inflamatorios. 

De hecho, las personas obesas tienen menos glóbulos blancos con una capacidad reducida para combatir las infecciones. Ese impacto puede ser acumulativo y de gran alcance.

  • Muchos alimentos que son ricos en azúcar refinada son bajos en nutrientes y debido a esa deficiencia pueden aumentar el riesgo de infecciones. 

Los alimentos procesados ​​azucarados también pueden agotar los nutrientes de otros alimentos y, por esta razón, el cuerpo se ve en la necesidad de agotar sus reservas de vitaminas y minerales imprescindibles para el funcionamiento del sistema inmunológico.

Lo que comes puede determinar si te enfermas o no. 

Todos tenemos billones de pequeñas células bacterianas que viven en nuestros intestinos, las cuales ayudan a descomponer los alimentos, absorben nutrientes y evitan las toxinas. 

Resulta que estas células prosperan con lo que las alimentamos. Entonces, cuando les damos demasiados aditivos químicos y grasas trans saturadas, realmente afectamos todo el ecosistema.

Así es como la comida procesada afecta el organismo:  

  • Como causa el crecimiento de bacterias y levaduras equivocadas, nuestra función inmune se ve comprometida y no podemos combatir el resfriado o la gripe como deberíamos.
  • El sistema inmune activa la respuesta inflamatoria en un esfuerzo por proteger nuestras células y tejidos. 

Y a medida que continuamos bombardeando nuestros cuerpos con más alimentos procesados, nuestras células inmunes reaccionan de forma exagerada y la inflamación comienza a extenderse en el organismo. 

Esta inflamación crónica deteriora la capacidad de respuesta de nuestro sistema inmunológico cuando entramos en contacto con la gripe y otras enfermedades contagiosas.

¿Quieres profundizar más en este tema? Te recomiendo leer el post Los alimentos procesados ​​dañan tu sistema inmunológico y salud intestinal 

Jinete #4 El sedentarismo (el nuevo tabaco)

 

 

 

Cuando nos movemos, practicamos ejercicio y tenemos un estilo de vida saludable, los glóbulos blancos encargados de las defensas del organismo aumentan y nos hace más resistentes ante ataques de patógenos bacterianos, víricos o micóticos.

El cuerpo humano fue diseñado para moverse. Durante miles de años, eso es lo que hicieron los humanos. Gran parte fue para sobrevivir: recolectar alimentos, escapar de los depredadores y migrar a tierras más indulgentes. 

Incluso mientras los humanos avanzaban, nuestros cuerpos estaban en movimiento. 

Los largos días de trabajo agrícola, trasladarse a la ciudad para ir a la escuela o buscar suministros y otros factores de la vida cotidiana significaban que había poco tiempo para que nuestros antepasados ​​descansaran en sus laureles. 

Sin embargo, a mediados del siglo XX los avances tecnológicos, el aumento del uso del automóvil y el cambio de trabajos físicamente exigentes a labores de oficina, comenzaron a desplazar nuestra actividad física.

Hoy, cuando tenemos más opciones que nunca en casi todos los aspectos de la vida, la mayoría elige ser sedentario y quedarse en la casa viendo la última serie de Netflix.

Pero, ¿cómo nos afecta no movernos regularmente? 

 

 

 

La Organización Mundial de la Salud estima que la falta de actividad física se asocia con 3,2 millones de muertes al año. 

Un estudio de 2017 hecho a 3.141 adultos mayores de 50 años concluyó que los efectos de no moverse varían según su nivel de fragilidad. Los investigadores encontraron que el nivel más alto de fragilidad experimentó el impacto más severo. (1) 

Aunque ya se conocen las nefastas consecuencias del sedentarismo, no viene mal hacer comparaciones. 

El sedentarismo causa la misma cantidad de muertes que el tabaco, según un estudio publicado en la prestigiosa revista científica The Lancet. (2) 

Dice la publicación que la inactividad física está causando en todo el mundo nada menos que 5,3 millones de muertes, una cifra nada despreciable para pensar que el ejercicio físico es, sin duda, la mayor medicina. 

Esos millones son similares a las muertes que se producen por tabaquismo.  

Otra pandemia que pesa mucho, pero no se le da tanta importancia  

No quiero dejar pasar un tema que influye demasiado en tu salud y tiene mucho que ver con los 4 jinetes del apocalipsis inmunológico.

¿Sabías que desde hace años estamos viviendo otra pandemia, aparentemente silenciosa porque no nos asusta, pero que cada año mata a más personas que los virus, la influenza y la gripe juntos?

Pues si no lo sabías, la obesidad causa 300 mil muertes al año. Y si a eso le sumas los fallecimientos por enfermedades relacionadas al sobrepeso y la obesidad, la alarmante cifra aumenta a 2.8 millones anuales. 

Quiero mostrarte estas cifras que obtuve de la web de la OMS: (3)

  • La obesidad mundial casi se ha triplicado desde 1975. 
  • En 2016, más de 1.900 millones de adultos, mayores de 18 años, tenían sobrepeso. De estos, más de 650 millones eran obesos.
  • El 39% de los adultos mayores de 18 años tenían sobrepeso en 2016 y el 13% eran obesos.
  • 38 millones de niños menores de 5 años tenían sobrepeso u obesidad en 2019.
  • Más de 340 millones de niños y adolescentes de 5 a 19 años tenían sobrepeso u obesidad en 2016.

Si analizamos los datos, nos podemos dar cuenta de que este problema es una bomba de tiempo y cada vez afecta a más personas. Y tristemente esta pandemia SÍ afecta a los niños.

Cada vez hay más titulares en los periódicos como estos:

  • “La obesidad dispara el riesgo de muerte prematura”
  • “Enfermedades relacionadas con la obesidad entre los tres principales asesinos en la mayoría de los países, dice el Banco Mundial”
  • “Cada vez muere más gente por obesidad que por accidentes de tráfico”
  • “La obesidad es la segunda causa de muerte previsible en todo el mundo”

No sé cuántas personas más tienen que morir para que abramos los ojos y decidamos acabar con este problema que nos compete a todos.

¿Cuál es la relación entre el sobrepeso y la obesidad con los 4 jinetes del apocalipsis inmunológico?  

Resulta que todos están interconectados y, si no los tratamos a tiempo, será el fin de nuestra existencia.  

Según la página web de la CDC el grupo de personas con mayores posibilidades de sufrir enfermedades graves e incluso morir son: (4)

  • Personas con enfermedad pulmonar crónica o asma moderada a severa.
  • Personas con afecciones cardiacas.
  • Personas inmunocomprometidas.
  • Personas con sobrepeso u obesidad.
  • Personas con diabetes.
  • Personas con enfermedad renal crónica sometidas a diálisis.
  • Personas con enfermedad hepática. 

Como ya te mencioné, el sobrepeso y la obesidad desencadenan un sinfín de problemas y enfermedades.   

Pues resulta que los 4 jinetes de la apocalipsis inmunológico, además de disminuir la capacidad de defensa de nuestro sistema inmunológico, también son los responsables de provocar que nuestro cuerpo empiece a acumular libras de más, haciendo que pasemos a tener sobrepeso para posteriormente calificar como obesos.

No te quiero asustar, pero casi todos tenemos sobrepeso y no lo sabemos. 

¿Te cuesta creerlo? Te invito a que busques una cinta métrica y midas tu cintura para que compares el resultado con los datos que te voy a suministrar a continuación:

 

¿Cuál es tu medida? ¿Te encuentras en un rango saludable, en riesgo o en alto riesgo? 

La mayoría de las personas caen en el rango de riesgo y eso significa que tienen sobrepeso.

Ahora mira cómo cada jinete puede afectar tu peso:

  1. Si tienes dificultad para dormir lo suficiente, despertar con poca energía será el menor de tus problemas.

Y es que podrías presentar desde desequilibrios hormonales, disminución de tu tasa metabólica e incremento de la ansiedad por comer alimentos altos en azúcares y grasas. Una noche de mal dormir puede ocasionar que comas de 300 a 400 calorías extra ese día.  

 

  1. ¿Llevas una vida llena de estrés, con exceso de trabajo, horas interminables en el tráfico, problemas con tu pareja, no puedes afrontar todas tus deudas y tus niveles de cortisol están al máximo?

Pues ya sabes por qué estás comiendo más de la cuenta y tienes antojos de comida chatarra a cada rato.

  1. Si te la pasas comiendo alimentos altos en azúcar y comida procesada como Oreos o Cheetos, déjame decirte que tus niveles de azúcar en la sangre pueden estar por los cielos y, además de engordar, podrías hacerte resistente a la insulina y preparando el camino para sufrir diabetes tipo 2.
  1. ¿Para subir un piso tomas el ascensor, vas a la farmacia de la esquina en carro o decidiste inscribirte en el gym hace 2 años, pero aún no comienzas?

Estadísticamente, las personas aumentan 2 libras al año aunque mantengan buenos hábitos alimenticios. Si no haces ejercicio ¿cuánto pesarás en 10 años?

Recuerda que el sobrepeso y la obesidad provocan un estado de inflamación constante en tu cuerpo, que desencadena una variedad de patologías, como diabetes tipo 2, problemas cardiovasculares, presión arterial alta, hígado graso no alcohólico, apnea del sueño, cáncer, depresión, ansiedad, entre muchos otros. 

Es un círculo vicioso del que pareciera muchos no pueden escapar. 

¿Cómo vencer a los 4 jinetes del apocalipsis inmunológico para recuperar tu salud y evitar el sobrepeso?

 

Quizá la respuesta te parezca sencilla y capaz no te guste: empieza a encaminarte hacia un estilo de vida saludable, ten paciencia y haz cambios progresivos para garantizar que sean sustentables en el tiempo.

Para combatir la falta de sueño:

    • Desconéctate de todo tipo de electrónicos 2 horas antes de ir a dormir. Lo sé, te estoy pidiendo algo que parece imposible, pero es de suma importancia disminuir la exposición a la luz azul y dejar de excitar a tus neuronas. 
    • Una ducha con agua caliente, poner tu cuarto como una cueva oscura, bajar el aire acondicionado a 68-70 grados F y leer un libro te ayudarán bastante. 
 

Para disminuir los niveles de estrés:

  • Deja de ver las noticias todo el día y evita a las personas tóxicas.
  • Elimina los gastos que no sean necesarios.
  • Busca una actividad que te ayude a relajarte como un hobbie que disfrutes o armar rompe cabezas para desconectarte por un rato.
  • Toma té verde por su alto contenido del aminoácido teanina que ayuda a relajarte.
  • Comienza a practicar yoga y meditación. 

Si de todas maneras no logras reducir tus niveles de estrés, te recomiendo adquirir nuestro ebook  Estrés y sistema inmune: Una guía completa para controlarlo que te alejará de las enfermedades.  

Para eliminar el azúcar y los alimentos procesados:

  • Sé que es imposible cambiar tus hábitos alimenticios de la noche a la mañana. Antes de eliminarlos, te recomiendo empezar a incorporar vegetales y aumentar tu ingesta de proteína para sentirte saciada y evitar comer calorías de más. 
  • Puedes intentar hacer el ayuno intermitente. Si necesitas ayuda para comenzar, revisa nuestra Guía rápida para hacer el ayuno intermitente y la forma más segura y deliciosa de romperlo. 
  • También puedes pasearte por nuestra web www.evolutionadvance.com donde encontrarás un océano de opciones saludables, una más deliciosa que la otra. No podrás creer que son bajas en calorías. ¡Vas a poder pecar sin remordimientos!

 

Para dejar a un lado el sedentarismo:

  • Toma acción y comienza a mover el esqueleto. No es necesario que vayas al gimnasio para dar el primer paso. 
  • Comienza hacer ejercicios en casa. Ya no tienes excusas porque las redes sociales están inundadas de opciones y puedes hacer la rutina que más te guste y se ajuste a tus necesidades. 
  • También puedes adquirir nuestro Plan ejercicios para fortalecer tu sistema inmune en 30 días, donde encontrarás rutinas multinivel que han demostrado ser efectivas para vigorizar las defensas. 

Si sigues estos pasos, poco a poco tu salud empezará a mejorar y tu sistema inmunológico estará preparado para confrontar a los 4 jinetes del apocalipsis inmunológico.

Lo mejor es que te sentirás lleno de energía, feliz y con ganas de conquistar el mundo.

¡Recuerda que tú tienes el poder de cambiar! 

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